Canelo Álvarez llama 'ratero' a Óscar de la Hoya

El pugilista mexicano criticó la labor de De la Hoya como promotor.

Después del enfrentamiento casi físico, Saúl Álvarez declaró que el promotor Óscar de la Hoya de Golden Boy Promotions es una “lacra” y recomendó a los boxeadores que estén con él llamar a sus abogados. Tras la confrontación en el escenario, el boxeador tapatío simplemente esperó su turno para subir al estrado y revelar algunas “verdades” sobre el promotor.

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“Para este imbécil, intento de gente que tengo aquí a mi izquierda, que no se le olvide que ya yo vine siendo Canelo a los Estados Unidos, y que solamente lucró con mi nombre, nunca perdió un solo centavo, si no solo ganó dinero”, comenzó recordándole el campeón indiscutido, para luego “sacarle unos trapitos al sol”.

“Ya le pagaste a Golovkin lo que le querías robar”, dijo Álvarez mientras volteaba a verlo con una sonrisa burlona, a lo que Óscar respondió que sí, y que a él también. “¿Sí?, está bien, pero si no hubiera metido yo a mis abogados, me lo robas”, aseguró el tapatío.

“Lo único que hace este hombre es ser una lacra del boxeo, robarle a los boxeadores”, exclamó ante los medios Canelo. “Para quien esté con él, metan por favor ahí a sus abogados porque seguramente les está robando, es lo único que viene a hacer al boxeo”, añadió.

Antes de finalizar, Saúl expuso que Óscar solo está presente para robarle atención a Munguía, y se marchó luego de realizar un chiste en donde cuestiona la sexualidad del promotor.

“A lo único que viene es a robarle la atención a Jaime Munguía, no viene a promoverlo. También le roba la atención a la gente que hace las cosas para la cocina, ya no saben si usar las cosas como consoladores o como cazuelas, porque acá se las mete el muchacho”, culminó el mexicano, mientras Óscar aplaudía sarcásticamente.

AP

¿POR QUÉ SE ODIAN CANELO ÁLVAREZ Y ÓSCAR DE LA HOY?

Después de casi 10 años de asociación, Canelo rompió relaciones y demandó a Golden Boy Promotions al descubrir que Óscar de la Hoya había realizado acuerdos sin su consentimiento. Desde entonces, el mexicano aprovecha cada oportunidad para expresar su desagrado por el promotor.