Quizá no fue el invicto de 27 años que el mundo quería ver que Saúl “Canelo” Álvarez enfrentara el sábado por la noche, pero al morderse el protector bucal y conseguir una sólida victoria por decisión unánime sobre Jaime Munguía, el orgulloso campeón pudo afirmar su posición.

“Si el dinero es correcto, puedo pelear ahora mismo”, dijo Álvarez (61-2-2) en el ring después de su triunfo por puntuaciones de 117-110, 116-111, 115-112.

Viendo al campeón supermediano indiscutible desde ringside estaba el ex campeón de 168 libras del CMB, David Benavídez, quien ha anhelado forzar una pelea con Álvarez.

“He peleado con todos y puedo hacer lo que quiera”, dijo Álvarez después de recitar un impresionante currículum de antiguos oponentes que alguna vez sus críticos cuestionaron si alguna vez pelearía: Erislandy Lara, Gennady Golovkin, Miguel Cotto, etc.

Con su 34 cumpleaños llegando el próximo mes, Álvarez está enfocando sus objetivos en cómo maximizar sus ganancias, todo mientras sigue demostrando qué talento persistente e inflexible es.

Cuando se le preguntó si Benavídez viene a continuación, dijo: “Veremos. Todos me pidieron que peleara con todos, y siempre lo hice. Ahora, puedo pedir lo que quiero a continuación”.

Eso no complació a todos, y una ráfaga de abucheos cayó en el T-Mobile Arena ante esa respuesta.

Esa terquedad atlética y comercial dual podría llevarlo a aceptar una fecha en septiembre contra un oponente más ligero, su invicto retador mandatario de la AMB, Edgar Berlanga, en lugar del formidable Benavídez.

El presidente de la AMB, Gilberto Mendoza, dijo que como resultado de las responsabilidades mandatorias rotativas de un campeón indiscutible entre los cuatro organismos sancionadores, es el campeón de la AMB, no el CMB, quien ahora es el primero en la fila para enfrentar a Álvarez.

O, potencialmente, alguien como el saudí Turki Alalshikh podría abrir la bóveda bancaria para Benavídez.

Sentado junto al ring el sábado, Benavídez (28-0, 24 KOs), naturalmente más grande, quien se dirige a un debut en peso semipesado el 15 de junio contra el ex campeón Oleksandr Gvozdyk, dijo a sus amigos que conserva la confianza en que puede derrotar a Álvarez si alguna vez lo consigue en el ring.

Antes del sábado, Benavídez dijo que cree que es “injusto” que el CMB le dé solo 10 días después de su pelea para decidir si continúa poseyendo su posición mandataria como principal contendiente de Álvarez o persigue su futuro como peso semipesado.

“Me están poniendo en una situación muy difícil”, dijo Benavídez. “He estado en ese puesto de primer contendiente durante tres años, y tener solo 10 días para decidir eso es injusto. Si puedo conseguir la pelea con Canelo, esa es la pelea que todos quieren ver.

“Si la pelea no va a suceder de inmediato, entonces es 175”.

En los primeros tres asaltos de la tradicional pelea del fin de semana del Cinco de Mayo, el joven Munguía avanzó como uno de esos toros estruendosos que enfurecen dentro de las plazas de toros de su ciudad natal, Tijuana, entregando golpes martilleantes a Álvarez que se comparaban favorablemente con los que recibió el campeón durante su derrota hace dos años ante el campeón ruso de peso semipesado Dmitry Bivol.

“Salí fuerte y estaba ganando los primeros asaltos”, dijo Munguía (43-1). “Dejé ir mis manos. Pero él es un luchador con mucha experiencia.

“No hay duda de que habría vencido a cualquier otro esta noche. Lo atrapé con buenos golpes. Lo lastimé un poco durante unos cuantos asaltos. Pero él es un luchador que crea muchos problemas”.

Álvarez estaba comprometido en un combate de manos pesadas con el joven ex campeón de 154 libras en el cuarto asalto cuando Álvarez desató un feroz uppercut que derribó a Munguía por primera vez en su carrera.

Eso no calmó completamente a Munguía, pero animó a Álvarez y lo envió en una misión

para atacar el cuerpo, lo que redujo el estruendo de la agresión de Munguía y permitió al campeón ampliar su ventaja en las tarjetas de puntuación en ruta hacia su triunfo.

“Estaba en gran forma, en gran condición. … Comencé a caer en su juego y me venció con su experiencia”, dijo Munguía.

Álvarez explicó: “Munguía es un gran luchador. Es fuerte e inteligente. Pero tengo 12 asaltos para ganar la pelea, y lo hice. Lo hice realmente bien y estoy orgulloso de ello. Es un poco lento. Podía ver cada golpe.

“Por eso soy el mejor”.

Y por eso él dicta todas las decisiones.